América entera en una guitarra
by RAFA BALBUENA
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Desborda simpatía y no duda en sacar la guitarra en medio de la entrevista para interpretar al entrevistador un viejo blues, un tema country o lo que se tercie. Pide un café, bromea con la forma en que se sirve esta bebida en Europa,y vuelve a tocar una canción de inequívoco sabor estadounidense. Al concluirla, se interesa por todo lo que ve desde la terraza de la cafetería, antes de afirmar que «definitivamente, Asturias es un lugar con algo especial».
Todd Cecil, cantautor nacido en Carolina del Norte, disfruta con lo que hace y no da lugar a equívocos. Sea en el escenario, en el estudio de grabación o incluso en algo tan aparentemente repetitivo y fastidioso como puede ser una tarde de promoción, la música «es lo que me mueve y lo que mejor sé hacer; por eso me dedico a ella», explica.
Para demostrarlo actúa esta noche en directo en el café Barbershop (La Ferrería, 23 horas), con un concierto que tendrá continuidad mañana en el pub El Paso (Piñera, Cudillero, 12 de la medianoche). Será una sesión hecha a base de su personal y trabajada mixtura de blues, folk, bluegrass, gospel, country y rock en su fase más primigenia y genuina. «Me gusta mezclar todos esos elementos, aunque por desgracia en mi país ahora se lleva demasiado el purismo en los géneros», explica. Una circunstancia que se traduce en que «si no te encasillas en una única dirección musical, lo tienes difícil, pero es que a mi me gusta plantearme retos».
Haciendo honor a ello, su último cedé lo ha grabado en Nashville, un lugar célebre por su ortodoxia country, un poco rayana en el fundamentalismo. «Por suerte, allí hay espacio para más cosas, y aunque el blues o el rock lo ven como algo casi marginal, a mi nadie me ha puesto mala cara ni se ha escandalizado demasiado», responde mientras se atusa el sombrero y afina de nuevo su instrumento. El mismo con el que compone sus canciones y entrena sus dedos a base de escalas, y que ilustra en un bonito fotomontaje la portada de ‘Distance of the rose’, ese nuevo cedé que le ha traído de regreso a la orilla del Cantábrico.
Así, este reencuentro es calificado por el propio Todd como «ilusionante, porque el año pasado el público fue muy receptivo a la música de blues y de raíz que traje». Para los conciertos de esta noche y de mañana habrá novedades: «tendrán un repertorio más acelerado, con ritmos más marcados y para que el público se mueva y baile; eso sí, con la misma economía de medios», aclara. Será una oportunidad para comprobar su condición de maestro de la técnica instrumental del ‘bottleneck’ (cuello de botella) para obtener ese efecto deslizante, característico de blues. La entrada es libre y la emoción está garantizada.